En biología, "forma sigue a la función" significa que, dentro de un organismo, las estructuras se forman en correlación directa con lo que deben hacer. Por ejemplo, la pata de un gato y la mano humana huesos similares, pero cada uno está diseñado para funcionar de manera muy diferente.
La frase "la forma sigue a la función" se deriva del famoso dicho del arquitecto de rascacielos Louis Sullivan, cuyas palabras exactas eran "la forma siempre sigue a la función".
Esta es una idea particularmente útil para los biólogos, que pueden ver que la estructura y la función van de la mano, especialmente cuando se trata de células, donde la interrupción de un aspecto puede llevar al fracaso en otro.