Las pruebas de llama ayudan a los mineros, geólogos, químicos y otros profesionales relacionados a identificar la presencia de elementos químicos en una muestra que utiliza el espectro de emisión del elemento. Los iones metálicos emiten un color específico cuando se calientan, lo que los identifica en la muestra. Las pruebas de llama no pueden detectar todos los elementos, y la prueba solo indica la presencia de un elemento, no su concentración.
Las pruebas de llama utilizan equipos simples, lo que las hace ideales para el trabajo de campo. Los geólogos utilizan la prueba de llama para identificar la presencia de metales. Los científicos forenses pueden usar pruebas de llama en las escenas del crimen para un análisis rápido de los elementos presentes. Los mineros utilizan la prueba para el análisis de muestras, particularmente cuando realizan prospecciones Las pruebas de llama proporcionan una buena herramienta de enseñanza para los estudiantes de química que aprenden sobre los espectros de emisión.
A diferencia de los equipos espectrográficos más sofisticados, una prueba de llama requiere solo un quemador de gas, una solución de ácido clorhídrico y un cable de nicrom para contener la muestra. El proceso es simple: sumerja el cable de nicrom en la solución ácida y manténgalo en la llama para eliminar cualquier impureza, luego fije la muestra y manténgala en la llama. Los colores emitidos muestran qué iones metálicos contiene la muestra. Por ejemplo, el cobre emite un azul intenso, el naranja brillante de sodio y el plomo de un color blanco grisáceo. Una tabla de elementos y sus colores característicos ayudan a la identificación.
Sin embargo, la prueba de llama tiene límites. La llama emite su propio color, y eso puede interferir con algunos colores del espectro, notablemente el naranja. A veces, un filtro de vidrio azul cobalto ayuda a los evaluadores a identificar los distintos tonos de naranja. Las concentraciones no se pueden identificar, y los resultados de las pruebas dependen del tamaño de la muestra y las pruebas repetidas para mejorar la precisión.