La tos, levantar pesas y estar embarazada pueden causar hernias inguinales que no son congénitas, afirma la Clínica Mayo. Las hernias inguinales suelen ser de origen congénito y son las hernias más comunes en las mujeres, según El Diario de la Sociedad de Cirujanos Laparoendoscópicos. Las mujeres con sobrepeso y las que han experimentado un parto prolongado o varios embarazos tienen un mayor riesgo de sufrir hernias umbilicales, señala The New York Times. Las hernias umbilicales se presentan con más frecuencia en mujeres que en hombres.
Las hernias en la ingle son hernias inguinales, mientras que las hernias en el abdomen son hernias umbilicales, afirma el Centro Médico de la Universidad de Rochester. Las hernias son lugares en los que el tejido se abomba a través del músculo, según The New York Times. El dolor de las hernias puede ser debilitante, y las hernias pueden llegar a ser mortales si el tejido intestinal se aloja en el músculo.
Las hernias inguinales en las mujeres pueden ocurrir en los puntos donde el tejido conectivo que soporta el útero se conecta con el hueso púbico, según la Clínica Mayo. Las hernias inguinales congénitas se producen cuando el revestimiento abdominal no se cierra completamente después del nacimiento. La debilidad en el abdomen puede hacer que las mujeres sean más susceptibles a las hernias inguinales como resultado del esfuerzo físico, la tos crónica, el sobrepeso o el embarazo, o estos factores de riesgo pueden causar una hernia por sí mismos.
Las hernias umbilicales también pueden ser congénitas, como resultado del cierre incompleto del abdomen alrededor del ombligo después del nacimiento, afirma la Clínica Mayo. Entre las mujeres adultas, la presión abdominal excesiva debida a un embarazo repetido, la cirugía en el abdomen y el sobrepeso pueden causar hernias umbilicales.