Los flotadores oculares, que pueden tomar la forma de manchas, cuerdas o "telarañas" en el campo de visión de una persona, ocurren naturalmente como parte del proceso de envejecimiento y no pueden curarse, según Mayo Clinic y All Acerca de la visión. En situaciones extremas donde los flotadores se convierten en un impedimento para la visión, pueden reducirse quirúrgicamente.
A medida que el ojo envejece, el líquido vítreo dentro del ojo cambia, y las fibras microscópicas y las partículas celulares se agrupan y flotan en todo el ojo, explica la Clínica Mayo. Estos son más visibles cuando se cierra el ojo o cuando se mira una pantalla de computadora blanca brillante, pero los flotadores ocurren continuamente y generalmente no causan problemas.
La mayoría de los individuos pueden ignorar esta condición natural, pero algunos encuentran a los grandes flotadores distraídos o experimentan dificultades para leer debido a las partículas que obstruyen la visión, dice la Clínica Mayo. En situaciones extremas, los médicos pueden realizar una vitrectomía, un procedimiento en el que el líquido vítreo se drena del ojo y se reemplaza con un líquido salino.
En ocasiones, los flotadores pueden ser un signo de problemas oculares más graves, señala Harvard Medical School. Un inicio repentino de flotadores o partículas intermitentes en el campo de visión o una rápida disminución de la visión puede ser un signo de desprendimiento o desgarro retiniano y debe ser evaluado por un médico de inmediato.