El 29 de diciembre de 1890, un grupo de 146 indios Sioux fueron asesinados por soldados del 7º Regimiento de Caballería del Ejército de los EE. UU. en Wounded Knee, Dakota del Sur. El incidente se convirtió en una masacre cuando la 7ª Caballería , dirigidos por el coronel James Forsyth, rodearon a un grupo de bailarines fantasma que estaban dirigidos por Sioux Chief Big Foot, y ordenó a los indios que entregaran sus armas.
Cuando se les pidió que lo hicieran, los indios entregaron sus armas, pero no sin preocuparse por el hecho de que no confiaban en el ejército. Cuando se entregaron las armas, estalló una pelea entre un soldado y un indio. Como resultado de la pelea, una persona desconocida disparó un tiro que causó que comenzara una pelea salvaje. Los indios, que en su mayoría estaban limitados a armas cuerpo a cuerpo, fueron derrotados por la abrumadora potencia de fuego de la 7ma Caballería. De las 146 víctimas indias, 18 eran niños y 44 mujeres.
