Según BabyCenter.com, la reproducción de música para bebés en el útero no tiene efectos positivos ni negativos comprobados. Algunos estudios muestran que los fetos pueden respirar al ritmo de la música, pero otros investigadores cuestionan si estos hallazgos son realmente precisos. Se ha demostrado que tocar música clásica para niños mayores se correlaciona con habilidades matemáticas más altas, pero estos estudios no han demostrado evidencia concluyente de esto para los bebés en el útero.
Los padres que desean reproducir música para sus hijos no nacidos deben tener cuidado, ya que se ha demostrado que la exposición a un sonido excesivamente alto afecta negativamente a los bebés. La Academia Americana de Pediatría informó en la década de 1990 que numerosos estudios habían encontrado que los bebés no nacidos expuestos a ruidos fuertes frecuentes tenían más probabilidades de nacer prematuramente, nacer con bajo peso y nacer con una mayor frecuencia de pérdida auditiva.
Baby Center recomienda reproducir música en un equipo de música en segundo plano a no más de 65 decibelios, que es casi tan alto como la música de fondo en una tienda. Las madres embarazadas deben abstenerse de ponerse los auriculares en el estómago, ya que esto puede estimular demasiado al bebé. El líquido amniótico es un conductor productivo del sonido, lo que significa que la música de fondo penetra en el útero en un volumen que es audible para el feto. Como los resultados de esta práctica aún se debaten, los padres deben ejercer moderación al tocar música para bebés en el útero.