Los crayones se consideran no tóxicos, pero su ingestión puede conducir a obstrucción intestinal o producir un efecto laxante si se consume en grandes cantidades. Los crayones están principalmente hechos de cera y colores agregados, pero tienen un bajo nivel de toxicidad, dicen los expertos del Illinois Poison Center. La mayoría de los niños consumen cantidades muy pequeñas; pequeños trozos de crayones representan un riesgo de asfixia, pero causan poco daño corporal en pequeñas cantidades.
A pesar de no causar un daño grave en la ingestión, el consumo de crayones puede tener un efecto laxante en los niños. Los signos del consumo de crayones son heces blandas, dicen expertos en el Illinois Poison Center. Los padres pueden sospechar el consumo de crayón cuando los niños experimentan diarrea o vómitos. Si esas condiciones están presentes, los cuidadores deben comunicarse con sus centros de emergencia locales o llamar al 911 para recibir tratamiento médico.
A veces los niños no muestran signos visibles de intoxicación con crayones. Si eso sucede, los padres deben darle agua al niño y vigilar las condiciones cambiantes. Los niños también pueden tener crayones en los ojos, lo que puede requerir una evaluación médica.
Dado que los crayones no son altamente tóxicos, el pronóstico y la recuperación son favorables para la intoxicación por cera. Sin embargo, los padres deben llamar a los centros de control de envenenamiento para obtener consejos sobre cómo proceder con la atención, ya sea administrados en el hogar o en un entorno clínico.
Además de los crayones, la cera aparece en otros objetos comunes del hogar, como velas y cera para conservas.