El esqueleto de una rana se divide en cuatro secciones principales: el cráneo, la columna vertebral, las patas delanteras y las piernas. Mientras que los brazos y las piernas de una rana son similares a los de un humano, su cráneo y columna vertebral son marcadamente diferentes.
Las patas delanteras de una rana, también llamadas brazos, contienen húmero, radio y huesos del cúbito similares a los de un humano. Sin embargo, el radio y el cúbito de una rana se fusionan. Las patas superiores de las ranas contienen un fémur, y sus huesos de la pata inferior, la tibia y el peroné, están fusionados.
Las ranas típicamente tienen cuatro dedos en sus patas delanteras y cinco en sus patas traseras, con longitudes que varían según las diferentes especies. Las ranas arborícolas que practican la escalada y las ranas acuáticas que requieren dedos palmeados para nadar eficientemente tienden a tener dígitos muy largos. Las ranas que viven en el lodo generalmente tienen dedos más cortos que utilizan como palas.
El cráneo de una rana contiene cinco huesos y está conectado directamente a la columna sin las vértebras del cuello. En el extremo de la columna vertebral, las vértebras de una rana se fusionan en un solo hueso. Debido a la falta de costillas, la pelvis de una rana puede deslizarse hacia arriba y hacia abajo por su columna vertebral. Se cree que esta adaptación esquelética aumenta la capacidad de salto.
