Después de salir de su huevo, una rana emerge como un renacuajo. Al igual que otros anfibios, una rana sufre cambios dramáticos a lo largo de su ciclo de vida en un proceso conocido como metamorfosis.
Todas las ranas comienzan como embriones dentro de huevos blandos y gelatinosos. A medida que los embriones maduran, ocurre la siguiente etapa de metamorfosis, llamada etapa larvaria. Durante este tiempo, los renacuajos viven bajo el agua, respirando a través de las branquias como renacuajos. Con el tiempo, estos renacuajos comienzan a crecer patas y pierden sus colas, adaptándose lentamente a una vida más terrestre como una rana adulta. Los adultos pueden o no permanecer cerca del agua, dependiendo de su subespecie.