Para que las células sobrevivan, requieren nutrientes en forma de glucosa y minerales más oxígeno. Además, necesitan deshacerse de los productos de desecho. Las células también dependen de sus orgánulos y su difusión para sobrevivir.
Sin oxígeno, minerales y la eliminación de productos de desecho, las células no sobreviven. En los animales, la sangre suministra los nutrientes y el oxígeno necesarios, así como también los residuos. Estos procesos se basan en un mecanismo llamado difusión, que permite que las sustancias pasen de un lado a otro de la pared celular. La difusión se produce cuando la concentración de una sustancia es mayor en un lado de la pared celular que en el otro, lo que hace que la sustancia se mueva hacia un lado con una concentración más baja. La membrana celular actúa como una barrera que permite que ciertas sustancias entren y salgan a través de la difusión a la vez que evitan que los elementos dañinos pasen a través.
Como los animales necesitan oxígeno para impulsar los procesos metabólicos de sus células, es fundamental para la supervivencia celular. Sin oxígeno, las células no pueden transformar los nutrientes en una forma utilizable de energía llamada ATP. Una vez que el ATP está presente, la célula realiza sus funciones, lo que puede significar producir una hormona, contraer o formar anticuerpos. Dentro de cada célula hay organelos, que rigen estos procesos y aseguran que la célula permanezca viva.