Las bacterias necesitan agua, nutrientes, el rango de temperatura adecuado y un cierto nivel de acidez para crecer. Algunas bacterias requieren oxígeno para crecer, mientras que para otras, el oxígeno impide el crecimiento.
El agua es uno de los factores más importantes en el crecimiento bacteriano. Las bacterias utilizan el agua para disolver los alimentos que contienen nutrientes. El agua también es esencial para que las bacterias procesen productos de desecho.
La comida es esencial para que las bacterias vivan y se reproduzcan. Los almidones, los azúcares y otras sustancias proporcionan energía y nutrientes a las bacterias.
La acidez del ambiente que rodea a las bacterias puede afectar en gran medida su tasa de crecimiento. La acidez se mide utilizando la escala de pH, que va de 0 a 14. Cuanto más bajo es el valor, más ácida es la sustancia. Los valores más altos indican una sustancia alcalina. La mayoría de las bacterias se reproducen mejor a un nivel de pH neutro, o 7 en la escala. La reproducción suele ser posible con una acidez de tan solo 4.5, aunque esto depende del tipo de bacteria.
El rango de temperatura óptimo para que crezcan las bacterias también varía mucho dependiendo del tipo de bacteria. Las temperaturas por debajo de 45 F ralentizan la reproducción bacteriana, y las temperaturas por encima de 140 F matan a la mayoría de los tipos de bacterias. Es por eso que los refrigeradores, congeladores y hornos son esenciales para prevenir la intoxicación alimentaria.