Dos medicamentos pueden tener un efecto sinérgico si aumentan la eficacia de cada uno cuando se toman juntos. Hay dos tipos principales de interacciones farmacológicas sinérgicas. Las reacciones sinérgicas aditivas son aquellas en las que los efectos combinados de dos o más fármacos son iguales a la suma de los efectos individuales de esos fármacos. La sinergia mejorada se produce cuando el efecto combinado de los fármacos es mayor que la suma de los efectos individuales de esos fármacos.
A veces, se desean interacciones farmacológicas sinérgicas y los médicos las aprovechan para obtener beneficios para el paciente. Otras veces, estas interacciones medicamentosas son inesperadas y no deseadas. En general, cuantas más drogas tome un paciente, mayor será su probabilidad de experimentar una interacción. Las enfermedades como el mal funcionamiento del hígado y los desequilibrios hormonales pueden hacer que un paciente experimente una interacción farmacológica sinérgica que normalmente no ocurre en un paciente sano.
Lo contrario de un efecto sinérgico es un efecto antagónico, que se produce cuando un fármaco cancela los efectos de otro fármaco. Las interacciones farmacológicas antagonistas ocurren cuando tomar un medicamento anula parcial o completamente el efecto de otro medicamento que toma un paciente. Los médicos pueden usar ciertos medicamentos antagonistas en su beneficio. Por ejemplo, a un paciente que toma un antibiótico que causa náuseas también se le puede prescribir un medicamento que contrarresta los efectos inductores de la primera droga.