Martin Luther King Jr. fue un buen líder debido a su conocimiento de la causa por la que luchó, sus habilidades de comunicación y su ejemplo para vivir los principios que articuló. Otros rasgos de liderazgo incluyen su buena disposición al sacrificio y su fe en las personas que trabajaron a su lado
Martin Luther King tenía una idea clara de por qué luchaba. No entró en el Movimiento por los Derechos Civiles como alguien que simplemente se sube a un carro, sino que se unió para luchar por una serie de principios en los que creía. También fue un ejemplo vivo de lo que enseñó. Por ejemplo, él vivió su principio de no violencia al negarse a participar en acciones violentas contra sus opresores. Como vivió lo que enseñó, su mensaje fue más creíble para sus seguidores, lo que a su vez consolidó su reputación como un buen líder.
La capacidad de King para comunicar su mensaje claramente le dio a sus seguidores una visión bien definida de por qué luchaban, y su decisión de aceptar el sufrimiento causado por aquellos que se le oponían demostraba su compromiso con sus creencias ante los ojos de sus seguidores. Alentó a sus admiradores a colaborar con él, lo que personalizó la causa de ellos.