Durante el proceso de la menstruación, la progesterona responde a la actividad de los folículos ováricos cuando se preparan para liberar un óvulo y hace que el útero espese su revestimiento para prepararse para un posible embarazo. Los niveles de progesterona aumentan durante las últimas dos semanas del ciclo menstrual e inicie la secreción de proteínas en el endometrio para apoyar un óvulo fertilizado una vez que se haya implantado, toma nota del Centro Nacional de Recursos para la Salud de la Mujer.
El Centro Nacional de Recursos para la Salud de la Mujer explica que muchos síntomas aislados experimentados durante el curso premenstrual de una mujer, como cambios de humor y dolor localizado en los senos, se deben en gran parte a los picos de progesterona que se producen en su cuerpo. Si un óvulo fertilizado se implanta con éxito dentro del útero y el revestimiento endometrial de una mujer y queda embarazada, su cuerpo continúa produciendo altos niveles de progesterona durante todo el embarazo. En este punto, la progesterona y el estrógeno trabajan juntos para detener el ciclo menstrual de una mujer mientras el bebé llega a término.
Las mujeres que sufren periodos irregulares pueden tener una falta subyacente de producción de progesterona, ya que no está lo suficientemente presente en el cuerpo para ayudar a un ciclo menstrual adecuado. En estos casos, las mujeres pueden visitar a un médico de cabecera o a un ginecólogo para hablar sobre la posibilidad de utilizar una terapia de reemplazo hormonal para realinear el equilibrio hormonal de la glándula pituitaria, según el Centro Nacional de Recursos para la Salud de la Mujer.