El tabique interventricular divide el ventrículo izquierdo del ventrículo derecho, evitando que la sangre oxigenada se mezcle con la sangre desoxigenada. Sin esta separación, el cuerpo no podría obtener el nivel de oxígeno que necesita para la subsistencia. El tabique también contribuye a la forma y estructura del corazón.
Dentro del corazón, los ventrículos son responsables de suministrar al cuerpo sangre rica en oxígeno. El ventrículo izquierdo más grande bombea sangre a la mayor parte del cuerpo, mientras que el ventrículo derecho envía sangre a los pulmones. Si la sangre oxigenada del ventrículo izquierdo se mezclara con la sangre desoxigenada del ventrículo derecho, se interrumpiría la integridad y la eficacia del sistema, lo que evitaría que el cuerpo reciba un amplio suministro de oxígeno.
El septum cumple la función de mantener separados los dos ventrículos. Está hecho principalmente de músculo grueso. Está inclinado hacia atrás y hacia la derecha. Su curva derecha forma una porción de la cámara del ventrículo derecho.
La parte superior del septo separa el vestíbulo aórtico de la aurícula derecha. Esta porción tiene una estructura altamente fibrosa.
El defecto del tabique ventricular es un trastorno caracterizado por un orificio en el tabique. Ocurre más comúnmente en bebés recién nacidos.