Un cáliz se refiere a aquellas partes de un riñón que son el inicio del proceso de recolección de orina que se realiza después de la filtración. La mayoría de los riñones contiene entre seis y 10 cálices. Hay dos tipos: cálices menores y mayores.
Un cáliz menor drena una papila renal, que se vacía en un solo cáliz menor a través de una proyección en su luz. Las papilas renales representan las puntas de las pirámides renales y el lugar donde la orina abandona la porción filtrante del tejido renal para ingresar al área de recolección. Dos o tres cálices menores se combinan para formar un cáliz mayor y un cáliz mayor drena de varias papilas renales. Todos los principales cálices se combinan para crear el área en el riñón, conocida como la pelvis renal, el gran conducto de recolección de orina que está rodeado por el seno renal. La peristalsis, originada en el músculo liso de los cálices e iniciada por las células marcapasos, permite que la orina sea impulsada a través de la pelvis renal y los uréteres hasta la vejiga.
Los riñones son los principales órganos excretores del tracto urinario y se encuentran en la pared abdominal posterior. Sus secciones superiores pueden alcanzar hasta la 12ª o la 11ª costilla. Los urólogos que tratan a los pacientes por cálculos renales generalmente revisan los cálices en busca de cálculos pasados por alto durante la ureteroscopia.