El acto de vertido oceánico se produce cuando se desechan en los océanos del mundo cosas como embarcaciones, desechos de pescado, desechos humanos y materiales de dragado. Hoy en día, el vertido oceánico está prohibido en gran medida debido al riesgo representa para el medio ambiente marino y porque en última instancia puede poner en peligro la salud humana y contribuir a la destrucción de otros sistemas ecológicos.
En los Estados Unidos, el vertido al océano está fuertemente regulado para reducir el riesgo de que materiales peligrosos terminen en el océano, como desechos médicos, desechos radioactivos, desechos industriales y residuos de aguas residuales. Se ha demostrado que el vertido de materiales peligrosos puede contaminar las playas con organismos derivados de las aguas residuales, al mismo tiempo que los bancos de peces y mariscos se contaminan con parásitos dañinos y metales tóxicos.