La cantidad de espacio que ocupa un objeto es su volumen. El volumen no siempre es una medida fija. Para cualquier objeto dado, es probable que el volumen varíe según la presión y la temperatura.
Por lo general, el volumen no se mide directamente, sino que se obtiene al multiplicar la longitud por la profundidad por la anchura. El volumen de un objeto de forma irregular se deriva del desplazamiento, o su caída en el agua y la medición de la cantidad de agua que desplaza.
Los objetos sometidos a alta presión o baja temperatura tienden a tener un volumen más pequeño, mientras que los objetos calentados tienden a tener un volumen mayor. El viaje en el espacio o en el océano profundo debe explicar esto, ya que la enorme diferencia de presión dentro de una nave espacial o submarino puede hacer que el vehículo explote o implote.