Los quistes dermoides ováricos son bolsas que se forman en los ovarios a partir de las mismas células que producen los huevos. Pueden contener tejidos o estructuras como la piel, el cabello o los dientes. Los quistes dermoides no son cancerosos; sin embargo, si se vuelven demasiado grandes, pueden empujar el ovario fuera de posición, lo que podría causar una afección llamada torsión ovárica, una torsión del ovario. Los quistes dermoides son quistes no funcionales, ya que no se forman a través del ciclo menstrual, explica la Clínica Mayo.
Los síntomas de un quiste dermoide pueden incluir dolor pélvico, en general o durante el coito; dolor durante los movimientos intestinales; una sensación de pesadez o plenitud en el estómago; o una mayor necesidad de orinar debido a la presión del quiste en la vejiga. Las personas deben consultar a un médico inmediatamente si experimentan dolor abdominal o pélvico intenso y repentino, potencialmente acompañado de vómitos, señala la Clínica Mayo.
A menos que se rompa o cause torsión ovárica, un quiste dermoide es a menudo inofensivo. El tratamiento para este tipo de quiste puede implicar un control simple mediante un examen pélvico periódico y una ecografía para detectar cualquier cambio en el quiste. En casos más graves o si el quiste causa dolor o malestar, un médico puede recomendar una cirugía, de acuerdo con la Clínica Mayo. La cirugía puede ser laparoscópica, donde el cirujano inserta una pequeña cámara y herramientas a través de varias incisiones pequeñas para extirpar el tumor, o puede ser laparotómica, donde el cirujano crea una incisión más grande a través de la cual trabajar, señala WebMD.