Los osos polares albinos se diferenciarían de los osos polares normales por tener ojos rosados, piel, narices y encías. Para ser un albino, un oso polar tendría que heredar dos copias de un gen recesivo que interfiere con la producción de tirosinasa, una enzima involucrada en la producción de melanina.
El albinismo no está confirmado en los osos polares. Los osos polares normales no son albinos, ya que tienen ojos oscuros y narices negras, pieles y encías. Su coloración blanca es causada por la luz que se refracta a través de sus pelos, que en realidad son claros e incoloros. A medida que el oso envejece, las cicatrices y los residuos en el pelaje pueden hacer que aparezca crema, amarillo o incluso rosado. En cautiverio, los osos polares pueden volverse verde pálido debido a las algas que crecen dentro de los pelos.