Un disco comprimido es una condición común y dolorosa causada por deterioro y anomalías en los músculos, ligamentos y nervios de la columna vertebral. Esta condición puede causar dolor severo, entumecimiento y debilidad, explica HealthGuidance.org .
Los discos cervicales son bolsas rellenas de gelatina entre cada vértebra a lo largo de la columna vertebral que absorben el impacto creado por el movimiento. Según explica la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, el espacio entre cada vértebra se reduce a través de la degeneración, la presión y el estrés se aplican a las articulaciones de la columna vertebral, causando malestar, dolor y rigidez. La compresión de los discos suele estar relacionada con la edad y es común en personas mayores de 40 años. Las lesiones, la obesidad y los malos hábitos de nutrición también son una causa común de los discos comprimidos.
Aquellos que sospechan que los discos comprimidos deben someterse a un examen médico, que probablemente incluya pruebas para detectar reflejos anormales, debilidad, entumecimiento y atrofia, que causan que los músculos se deterioren y contraigan, afirma la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos. Otras pruebas pueden incluir radiografías, exploraciones de MRI y mielogramas, que es una exploración de imágenes con colorante inyectado para definir mejor los detalles de la exploración.
Hay una serie de tratamientos no invasivos para discos comprimidos que incluyen el uso de medicamentos antiinflamatorios, ejercicios, estiramientos, atención quiropráctica e inyecciones epidurales de cortisona; Además de yoga, terapia de masaje y acupuntura, explica HealthGuidance.org.
En casos severos, se requiere cirugía de Mielopatía Espondilótica Cervical o CSM. La cirugía de CSM se utiliza para abrir el espacio para la médula espinal y consiste en extraer partes del hueso o tejido blando que están causando compresión dentro del disco, explica HealthGuidance.org.