El calor de vaporización es la cantidad de energía que se requiere para convertir una sustancia de estado líquido a gaseoso sin cambiar su temperatura. Una sustancia con un alto calor de evaporación tarda más en transformarse entre la dos estados.
El calor de evaporación depende principalmente de la fuerza de los enlaces intermoleculares. Las sustancias con enlaces intermoleculares fuertes tienen más probabilidades de tener un alto calor de evaporación que aquellas con los más débiles. Cuando una sustancia alcanza su punto de ebullición, su temperatura se estanca hasta que toda la sustancia se convierte en gas. Toda la energía calorífica ejercida sobre la sustancia se utiliza para romper los enlaces intermoleculares. Aquí es donde surge la relación entre el calor de evaporación y la fuerza de unión intermolecular.