La hematopoyesis se define como el proceso de producción, multiplicación y especialización de células sanguíneas en la médula ósea. Este proceso generalmente comienza con las células sanguíneas más básicas, llamadas células madre, según la Universidad Estatal de Austin Peay.
El proceso de hematopoyesis finalmente produce la producción de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas sanguíneas maduras o completamente formadas, que ayudan a controlar y detener el sangrado después de las lesiones. A lo largo del proceso, las células sanguíneas de los tres tipos se desarrollan, se diferencian y finalmente emergen como células maduras. Durante sus etapas de crecimiento, todas las células pasan por múltiples etapas de transformación, a menudo experimentando al menos cinco divisiones celulares. Cada división produce más células, permitiendo que el proceso continúe. La hematopoyesis permite que las células del cuerpo realicen tareas importantes, como eliminar los productos de desecho de las células sanguíneas y suministrar nuevas células con sangre rica en oxígeno.
