El transporte de células es el movimiento de elementos que entran y salen de la célula a través de la membrana de la célula. Este movimiento se realiza con una variedad de proteínas para facilitar la acción.
El transporte celular puede tener lugar como transporte pasivo o activo. El transporte pasivo no implica el uso de energía adicional. Mueve elementos desde un área de concentración de sustancia más alta a un área de concentración de sustancia más baja. El transporte pasivo también puede denominarse difusión. El transporte activo también mueve las sustancias de una región de mayor a menor concentración. Sin embargo, el transporte activo requiere el uso de energía de alguna forma. A menudo, esta energía está en forma de ATP o ADP. Las moléculas orgánicas e inorgánicas se mueven dentro y fuera de la célula.
Dos ejemplos de transporte pasivo son la difusión facilitada y la ósmosis. La difusión facilitada implica el uso de una proteína para mover un elemento a través de la membrana celular. Un ejemplo de este tipo de transporte es mover la glucosa a la célula. Para eliminar la glucosa de la célula, se requiere una forma de transporte más activa que use más energía. La ósmosis, un segundo tipo de transporte pasivo, es un proceso que consiste en mover agua a través de una membrana. Su propósito es lograr una concentración igual de iones en ambos lados de la membrana.