¿Qué es el proceso de osificación?

El proceso de osificación permite que se formen huesos mientras el feto está todavía en el útero. El proceso convierte varios tipos de tejido conectivo en hueso. Los dos procesos principales de osificación son intra-membranosos e intra-cartilaginosos, dependiendo del área del cuerpo en el que se encuentra el cartílago.

La osificación intra-membranosa también se conoce como osificación mesenquimal porque en este tipo de osificación, el hueso se osifica de los tejidos mesenquimales. Los huesos formados a partir de la osificación intra-membranosa incluyen los huesos membranosos o los huesos dérmicos.

El otro tipo de osificación es la osificación intra-cartilaginosa. Durante este proceso, el mesénquima ya se ha convertido en estructuras cartilaginosas. El proceso de osificación comienza con las estructuras cartilaginosas. Estas estructuras se someten a un proceso conocido como condrificación, en el cual las estructuras cartilaginosas comienzan a crecer y convertirse en huesos. La osificación intra-cartilaginosa ocurre durante el segundo mes de vida fetal y continúa durante todo el embarazo.

Ambos tipos de osificación forman huesos a través de células conocidas como osteoblastos. Estas son células formadoras de hueso que secretan colágeno y otros compuestos para formar la sustancia fundamental del hueso. Estas células se encuentran en sitios en el cuerpo conocidos como centros de osificación. Los centros primarios de osificación se forman durante la vida fetal, mientras que los centros secundarios de osificación aparecen después del nacimiento para reformar los huesos durante la infancia y la edad adulta.