El comportamiento cognitivo es la teoría de que los comportamientos y las emociones son el resultado de patrones de pensamiento negativos que se han adaptado a lo largo del tiempo. Es la base del enfoque de asesoramiento denominado terapia cognitiva conductual.
La terapia cognitiva conductual (TCC) se usa generalmente para tratar ciertas afecciones de salud mental, como la ansiedad y la depresión. Los pacientes generalmente se reúnen regularmente con terapeutas que los ayudan a reconocer y desafiar las creencias irracionales que están influyendo en sus comportamientos y sentimientos. A través del descubrimiento guiado, el terapeuta ayuda al paciente a alejarse de la situación para verla más claramente y, por lo tanto, reaccionar ante ella de una manera más positiva.
CBT fue fundada por el Dr. Aaron Beck, psiquiatra de la Universidad de Pennsylvania, en la década de 1960. Usando el psicoanálisis en sus pacientes, descubrió que la depresión tenía rasgos específicos que no se estaban abordando. Uno de estos rasgos es lo que Beck llamó pensamientos automáticos. Estos pensamientos aparecen de forma aleatoria en la cabeza de una persona y, a menudo, son de naturaleza negativa. Al aprender a identificar estos pensamientos, un paciente podría comenzar a tener una visión más realista de una situación.
La TCC es una terapia a corto plazo, que suele durar entre cuatro y siete meses. El objetivo final es que el paciente se convierta en el terapeuta, aprendiendo a reconocer y abordar estos pensamientos automáticos por su cuenta.