Los evolucionistas tienden a creer y aceptar alguna forma del argumento darwiniano de que un proceso de selección natural y factores ambientales son responsables de todas las formas de vida en la Tierra. La vida, como existe hoy en día para los evolucionistas, es el resultado de una serie de eventos cósmicos aleatorios que causaron procesos químicos para crear formas de vida. Todas las formas de vida en la Tierra están relacionadas entre las más minúsculas y las más complejas.
La visión de la evolución de Darwin favorece en gran medida la selección natural, o la "supervivencia del más apto". La selección natural favorece las variaciones genéticas que probablemente le darán a la especie la mejor ventaja para sobrevivir.
Los evolucionistas a menudo se dividen en dos grupos: puntualistas y gradualistas. Los puntualistas creen que la vida se desarrolló esporádicamente en ráfagas cortas como resultado de cambios ambientales. En contraste, los gradualistas creen que la vida se desarrolló lenta y gradualmente, durante largos períodos de tiempo.
La teoría de la evolución de Darwin pertenece al campo gradualista. Creía que la evolución era un proceso lento y gradual con ligeras variaciones en el tiempo debido a la selección natural.
Además de estas distinciones con respecto a los evolucionistas, también hay evolucionistas teístas en oposición a los evolucionistas ateos más comunes. Los evolucionistas teístas combinan dos puntos de vista: el creacionismo y el evolucionismo. Por otro lado, los evolucionistas ateos o tradicionales mantienen una visión más darwiniana del proceso.