Los delfines son depredadores activos y oportunistas que se alimentan de diferentes tipos de peces, calamares y crustáceos. Su dieta varía según lo que esté disponible geográficamente. Los peces y los calamares son alimentos básicos para los delfines marinos, y los delfines costeros dependen principalmente de los peces y los invertebrados que habitan en el fondo.
Los delfines mulares adultos tienden a comer de 4 a 6 por ciento de su peso corporal total diariamente. Una madre que amamanta puede tomar hasta un 8 por ciento. En lugar de masticar sus presas, los delfines frotan o sacuden grandes peces en el fondo del océano para romper trozos de tamaño adecuado. Tienen estómagos compartimentados, lo que les ayuda a digerir los alimentos muy rápidamente.
Los delfines son cazadores muy inteligentes. Es común que sigan los barcos de pesca comercial, que comen pescado o camarones que se desechan. A menudo cazan cooperativamente, reuniendo escuelas de peces y luego se turnan para alimentarse de la masa condensada. También cazan peces individualmente cuando surge la oportunidad.
Algunas especies de delfines sacan a los peces del agua con sus aletas y luego atacan a la aturdida presa. Algunas especies hacen vulnerables a sus presas al conducirlas a una playa. Se han encontrado delfines en alta mar con peces de aguas profundas en sus estómagos, lo que demuestra que pueden sumergirse a más de 1.600 pies.