La mayoría de los corales se alimentan de fitoplancton, que son plantas y algas que fluyen a través del agua. Las larvas de invertebrados, la materia orgánica en descomposición y el plancton flotante también son fuentes comunes de alimentos. Los corales comen bacterias de la materia de plantas muertas, moco y otras fuentes diversas, y algunos corales grandes comen peces pequeños.
La mayoría de los nutrientes de los corales se derivan de la luz solar durante el día. Los corales son criaturas nocturnas, y se alimentan por la noche. Muchos corales utilizan órganos llamados nemotocistos para expulsar hilos que capturan presas y los devuelven a los tentáculos. Algunos corales envían hebras de moco para recolectar material orgánico disuelto o en descomposición en el área. Ciertas especies de corales formadores de arrecifes pueden extender los filamentos de sus cavidades estomacales, permitiéndoles atrapar y digerir pequeñas criaturas marinas. Los corales que viven en colonias pueden pasar alimentos entre ellos, compartiendo nutrientes.
En cautiverio, las algas zooxantelas son un alimento importante para los corales. Además, muchos corales se alimentan de alimentos para peces estándar, seleccionando lo que prefieren y dejando alimentos no deseados. Algunos otros alimentos comunes que se alimentan a los corales de tanque son el camarón mysis, el camarón de salmuera, los anfípodos y copépodos. Esta dieta puede complementarse con almejas, plancton descongelado, fitoplancton, krill, calamar, camarones y trozos de pescado. Es importante evitar la alimentación excesiva de corales, ya que esto puede aumentar los niveles de nitrato.