Un perro puede vomitar por una variedad de razones, que van desde comer demasiado rápido, hasta lesiones o enfermedades más graves, según WebMD. Los episodios repentinos pueden deberse a una intolerancia a los alimentos, mientras que los episodios crónicos pueden deberse a una obstrucción en el tracto gastrointestinal. Si el perro solo vomita una vez, luego reanuda la alimentación y el comportamiento normales, es probable que la causa sea un malestar estomacal menor. Sin embargo, si los vómitos son frecuentes o están acompañados de sangre, diarrea, deshidratación, letargo, pérdida de peso o cambio de apetito, consulte a un veterinario para programar un chequeo completo.
Los incidentes aislados probablemente no sean graves, pero los episodios más prolongados o recurrentes pueden ser síntomas de una enfermedad o infección grave. Los vómitos que duran más de un día o que ocurren más de una vez al día también son motivo de preocupación. Aunque WebMD sugiere seguir los consejos de un veterinario, el sitio también recomienda alimentar al perro con alimentos blandos y suaves que ayuden a estabilizar el estómago del perro. Se recomiendan las papas hervidas, el arroz y la pechuga de pollo.
petMD señala que un perro puede indicar su deseo de vomitar babeando, lamiéndose los labios y tragando en exceso. Algunos perros pueden comer hierba para inducir el vómito, a fin de expulsar algo no deseado de sus estómagos. petMD también diferencia entre vómito y regurgitación, ya que este último ocurre sin esfuerzo a medida que los alimentos no digeridos aumentan espontáneamente.