Las infecciones, los cánceres de sangre o linfáticos y los trastornos autoinmunes que conducen a la inflamación crónica son posibles causas de un alto recuento de linfocitos, también llamado linfocitosis, afirma la Clínica Mayo. En particular, las afecciones asociadas con la linfocitosis incluyen la infección por citomegalovirus, la leucemia linfocítica crónica o aguda y el SIDA.
La tos ferina, la vasculitis, la tuberculosis y el mieloma múltiple también pueden causar un recuento bajo de linfocitos, según la Clínica Mayo. Los pacientes con linfocitosis a veces presentan pocos o ningún síntoma. Los médicos ordenan pruebas adicionales para diagnosticar la condición con precisión y determinar si el recuento alto de linfocitos es una condición benigna a corto plazo o si indica una causa subyacente grave.
Los linfocitos son glóbulos blancos que desempeñan un papel esencial en la lucha contra las enfermedades, por lo que el recuento de linfocitos del cuerpo a veces aumenta temporalmente después de una infección, señala la Clínica Mayo. Los adultos con linfocitosis generalmente tienen un recuento de linfocitos por encima de 3.000 linfocitos por microlitro de sangre. El rango de recuento alto de linfocitos en los niños varía según la edad, pero por lo general alcanza entre 7.000 y 9.000 linfocitos por microlitro.
La prueba de diferencial de sangre mide el recuento de glóbulos blancos e implica obtener sangre de la vena y almacenar la muestra de sangre en un recipiente hermético, explica MedlinePlus. Un recuento de linfocitos bajo puede ocurrir en pacientes con leucemia o infección por VIH o pacientes que están expuestos a quimioterapia o radioterapia.