Las causas más comunes de las enzimas hepáticas elevadas incluyen los medicamentos recetados, el consumo de alcohol, la hepatitis, la enfermedad del hígado graso y la obesidad, según la Clínica Mayo. En muchos casos, la condición es solo temporal y no lo hace. No necesariamente indica una enfermedad crónica, mientras que en otras, puede indicar una condición subyacente.
Un alto nivel de enzimas hepáticas en la sangre puede indicar inflamación o lesión de las células hepáticas, afirma la Clínica Mayo. Cuando el hígado se inflama, pierde un nivel más alto de enzimas en el torrente sanguíneo que se puede detectar en el análisis de sangre de rutina. Los niveles altos de enzimas pueden ser una indicación de enfermedad celíaca, cirrosis, hipotiroidismo, cáncer de hígado o distrofia muscular.
Una de las causas más comunes de los recuentos hepáticos elevados es la enfermedad del hígado graso, a menudo causada por el alcoholismo, informa MedicineNet.com. Si la medicación o el alcohol es la causa principal de los niveles elevados de enzimas, es posible normalizar los niveles al detener el consumo de sustancias. Perder peso puede ayudar a aquellos que tienen niveles altos debido a la obesidad. Si la causa de los recuentos de enzimas elevados no está clara, un médico puede realizar pruebas adicionales para identificar la condición subyacente, incluidos análisis de sangre adicionales, ecografía del hígado, una tomografía computarizada y una biopsia de hígado.
Es importante tener en cuenta que los niveles altos de enzimas hepáticas no son indicativos de la función hepática, pueden no apuntar a una enfermedad hepática y no reflejan la extensión de ningún pronóstico en particular, según MedicineNet.com. Muchos pacientes pueden desarrollar niveles muy altos de enzimas aunque el hígado continúe funcionando normalmente. Aquellos con altos recuentos de enzimas pueden o no exhibir algún síntoma de enfermedad hepática, que incluye ictericia, fatiga, moretones fáciles o excesivos, retención de líquidos y molestias abdominales.