Los ratones no pueden subir escaleras de la misma manera que los animales con patas más largas, pero sí tienen un salto vertical de 1 pie que les permite subir las escaleras fácilmente. Esta habilidad para saltar ayuda a los ratones a escapar del peligro.
Debido a su pequeña estatura y baja velocidad, los ratones domésticos suelen practicar la evitación para escapar o eludir el peligro. Los ratones solo pueden correr a velocidades de 7 a 8 millas por hora, lo cual es mucho más lento que el depredador promedio. Los ratones pueden caber dentro de pequeños orificios y grietas en paredes de solo 1/4 de pulgada de diámetro. Debido a esta habilidad, la Asociación Nacional de Control de Plagas los llama "Houdinis" del mundo animal.
Los ratones tienen una audición excelente que les permite detectar amenazas que se acercan. Esta excelente capacidad auditiva se ve aumentada por el hecho de que tienen rutas de escape planificadas con anticipación. Por ejemplo, los ratones ciervos viven en áreas pequeñas que les permiten aprender bien el terreno circundante. Los ratones establecen rutas en áreas protegidas u ocultas que les permiten esconderse fácilmente y limitar la exposición a medida que se mueven de un lugar a otro. Los ratones también utilizan su coloración como camuflaje para esconderse a simple vista, lo que les permite escapar de la atención tanto en el entorno rural como en el de la ciudad. Cuando los ratones no pueden escapar, se defienden mordiendo y rascando.