La marihuana no afecta a los perros exactamente de la misma manera que a los humanos, aunque pueden aparecer algunos síntomas compartidos, como somnolencia, confusión o disminución de las habilidades motoras. Sin embargo, la marihuana ingerida tiene el potencial de ser seriamente dañina o incluso fatal para los perros.
Los perros que ingieren grandes cantidades de marihuana en forma de comestibles ricos en THC, como los brownies o la mantequilla, pueden estar en riesgo de sufrir problemas de salud graves. Los perros a menudo pueden tolerar dosis más pequeñas, como una sola galleta o brownie, pero pueden vomitar o mostrar otros signos de angustia. En general, los expertos sugieren que la marihuana debe mantenerse alejada de los perros por su propia seguridad.