Los síntomas de apoplejía en los perros son diferentes a los de los humanos, por lo que los signos pueden causar cierta confusión inicial. Es probable que un perro haya tenido un mini accidente cerebrovascular o un derrame cerebral si presenta alguno o todos los siguientes síntomas: fatiga repentina, falta de respuesta, incapacidad para moverse, falta de control de su vejiga o intestinos, falta de equilibrio, cabeza inclinada, visión deficiente o ceguera completa, o cualquier medida de parálisis.
La parálisis facial junto con los párpados caídos es uno de los síntomas más fácilmente reconocibles de un derrame cerebral en seres humanos, pero los perros pueden experimentar parálisis de otras partes de sus cuerpos. Algunos perros que han sufrido mini accidentes cerebrovasculares caminarán en círculos continuamente, no debido a la parálisis, sino simplemente debido a la desorientación.
Los accidentes cerebrovasculares en perros tienen dos causas diferentes: accidente cerebrovascular, también conocido como aneurisma cerebral, y ataque isquémico transitorio, que es causado por un bloqueo en el cerebro. Los perros con enfermedades del corazón son particularmente susceptibles a este último. En ausencia de cualquiera de estos problemas, un veterinario puede realizar pruebas para ver si el perro tiene una condición subyacente, como un tumor cerebral o una conmoción cerebral grave.
Los accidentes cerebrovasculares no son necesariamente una emergencia médica, incluso en perros de edad avanzada. Con la atención veterinaria adecuada, muchos perros se recuperan rápidamente y vuelven a la normalidad en unos pocos días. Si una enfermedad o desequilibrio de algún tipo era el culpable del accidente cerebrovascular, el tratamiento generalmente se encarga del problema. Los perros tienen una tasa de recuperación de apoplejía mucho más alta que los humanos.