Los pavos salvajes son buenos voladores, pero los pavos domesticados no tienen la capacidad de volar. Han sido criados para ser pesados, y esto les impide despegar y lanzarse por el aire.
Los pavos salvajes utilizan vuelos cortos y rápidos para escapar de los depredadores. Usan sus piernas fuertes para empujar desde el suelo, lo que les da suficiente impulso para comenzar a volar. En el aire, los pavos salvajes pueden alcanzar velocidades de hasta 55 millas por hora. También son corredores rápidos, mientras que los pavos domesticados no lo son. La velocidad máxima en tierra de un pavo salvaje es de aproximadamente 25 millas por hora. Hay otras diferencias entre los dos tipos de pavos. Los que viven en la naturaleza son generalmente mucho más tranquilos para no revelarse a los depredadores. Las plumas oscuras de los pavos salvajes proporcionan algún camuflaje dentro de su entorno. Los pavos domesticados suelen tener plumas blancas porque el color de la pluma y el color de la piel están conectados.
