Algunos de los efectos de las actividades humanas en el medio ambiente incluyen el calentamiento global, la destrucción del hábitat, la degradación de la tierra, la sobrepoblación, la contaminación y el agotamiento de los recursos. Estos efectos son el resultado de actividades humanas como la agricultura intensiva, la sobreexplotación de minerales y recursos naturales, la industrialización, la deforestación, el vertido ilegal de materiales de desecho, la eliminación deficiente de los materiales de desecho y la pesca excesiva.
La industrialización y la agricultura intensiva contribuyen enormemente a la contaminación del aire, el suelo y el agua. Los gases de efecto invernadero en grandes cantidades, como el dióxido de carbono y el metano, hacen que aumente la temperatura de la Tierra, un fenómeno conocido como calentamiento global.
Según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, los científicos están 95 por ciento seguros de que los altos niveles de gases de efecto invernadero son la causa del calentamiento global, lo que lleva al cambio climático. Las condiciones climáticas extremas, como las fuertes nevadas, las fuertes lluvias, las olas de calor y la sequía son efectos del calentamiento global.
La mala eliminación de los productos de desecho representa un grave riesgo para la salud humana y los ecosistemas del mundo. También causa la contaminación del suelo y el agua, así como la contaminación del aire. El agua contaminada causa infecciones, transmite enfermedades y contamina los ecosistemas.
Efectos como la degradación de la tierra y la destrucción del hábitat son el resultado de la deforestación. Las especies se ponen en peligro y corren el riesgo de extinguirse. La deforestación también contribuye a la erosión del suelo y puede causar inundaciones. También afecta a las comunidades indígenas, cultural y físicamente.