Es importante que una persona esté lo más saludable posible antes de someterse a una cirugía o recibir anestesia. Eso significa que si alguien se resfría antes de la cirugía, se debe notificar al médico y al anestesiólogo para que puedan decidir el mejor curso de acción.
El resfriado no necesariamente retrasa la cirugía, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. Si la cirugía es crítica, el cirujano y el anestesiólogo pueden decidir que es mejor proceder que retrasar la cirugía. Sin embargo, es importante que un paciente pueda respirar libremente durante una cirugía con anestesia, y esto se vuelve más difícil cuando alguien tiene un resfriado. La vía aérea se vuelve más sensible y puede haber secreciones en las vías respiratorias, lo que podría causar un ataque de tos en el centro de la cirugía. Estos eventos pueden tratarse, por lo que se realizará una cirugía urgente, pero son molestos y algunos anestesiólogos pueden preferir retrasar la cirugía.