Un espermatozoide tiene enzimas en la cabeza para ayudarlo a penetrar en la zona pelúcida del huevo. La zona pelúcida es una capa gruesa que rodea los huevos de los mamíferos.
Antes de que un espermatozoide pueda fertilizar el óvulo, debe penetrar la capa protectora del óvulo. Las enzimas actúan como una especie de taladro, lo que facilita que los espermatozoides penetren en la zona pelúcida. Estas enzimas funcionan con la cola del espermatozoide, que flagela para propulsar el esperma a través del cuello uterino. A medida que el esperma pasa a través de la zona pelúcida, sus enzimas y la membrana plasmática se descomponen. Si las enzimas de un espermatozoide se descomponen antes de que llegue al óvulo, no se produce la fertilización.