Los laboratorios suelen estar equipados con equipos de uso frecuente, como vasos de precipitados, cilindros graduados, matraces Erlenmeyer, quemadores Bunsen, reglas, termómetros, portaobjetos, tubos de ensayo y bastidores, microscopios, lupas, placas de Petri, balanzas, pinzas y soportes para anillos. Los usuarios del laboratorio también necesitan un suministro práctico de pipetas, pinzas, cuentagotas, varillas de agitación, soportes de tubos de ensayo, triángulos de arcilla y otras herramientas de manejo para reducir el contacto directo con productos químicos y superficies calientes.
Los trabajadores de laboratorio o los estudiantes usan una variedad de recipientes de vidrio o plástico para almacenar diferentes sustancias. Por ejemplo, los cilindros graduados están etiquetados con unidades para medir líquidos. Los vasos de precipitados y tubos de ensayo son recipientes de usos múltiples para mezclar, mientras que los matraces Erlenmeyer tienen una boca estrecha para mantener las sustancias contenidas durante la observación.
Dado que la observación es un aspecto importante de la realización de experimentos, los laboratorios necesitan recipientes y equipos especiales que permitan a los trabajadores investigar sustancias y muestras de cerca. Los microscopios y las lupas hacen que las sustancias pequeñas parezcan más grandes para una fácil observación, mientras que las placas de Petri, los portaobjetos de vidrio, los crisoles y los platos de evaporación proporcionan un almacenamiento temporal.
Las balanzas, reglas y termómetros son herramientas esenciales para registrar mediciones precisas durante los experimentos. Los quemadores Bunsen y las placas calientes proporcionan fuentes de calor controladas cuando los trabajadores de laboratorio necesitan cambiar la temperatura de una solución. Para garantizar un manejo seguro, los laboratorios a menudo están equipados con soportes de anillo y abrazaderas de tubos de ensayo para sostener los recipientes que se están calentando.