Los cromosomas homólogos no se emparejan durante la mitosis, por lo que no hay posibilidad de que se produzca el cruce. El cruce entre cromátidas no hermanas de cromosomas homólogos se produce en la meiosis durante la profase I.
Durante la mitosis, los cromosomas se duplican para dar lugar a cromátidas hermanas idénticas en la profase. Luego, estos se alinean en el centro de la célula durante la metafase y se separan con las fibras del huso durante la anafase y la telofase para llegar a los polos opuestos de la célula. Las células se separan entonces, dando como resultado dos células hijas idénticas. Dado que esta replicación pretende producir células idénticas, las cromátidas no hermanas nunca se forman, y el cruce no puede ocurrir. El cruce no se produce dentro del cromosoma único durante la mitosis, sino entre dos cromátidas hermanas únicas de dos cromosomas diferentes durante la meiosis.
Antes de la profase I de la meiosis, el oogonio contiene cromosomas diploides pero ADN tetraploide, y cada cromosoma está formado por dos cromátidas hermanas. Durante la profase I, los dos cromosomas se alinean (dos conjuntos de cromátidas hermanas idénticas), y el cruce se produce en un quiasma entre dos cromátidas no hermanas. La alineación de estos dos pares de cromosomas es necesaria para que se produzca el cruce, mientras que en la mitosis, solo existe la alineación y la subsección de los cromosomas duplicados.