Según un estudio de 2008, los ratones rechinan para comunicarse, representan emociones y exhiben comportamientos de búsqueda de recompensas. Los ratones confían fuertemente en escuchar para comunicarse mientras están lejos del nido y recolectan comida.
Los humanos no pueden escuchar todos los chirridos que hace un ratón debido a su capacidad para hacer sonidos audibles y ultrasónicos. Los ratones machos crean patrones complejos con sus chirridos durante la reproducción. Las hembras cantan mientras otras hembras, y las crías de ratón crujen cuando sus madres se van. Los científicos involucrados en este estudio relacionaron los chirridos con la dopamina, o conductas de búsqueda de placer. Los ratones privados de dopamina fueron menos vocales en general, lo que indica que los chirridos del ratón están relacionados con experimentar y buscar placer.