El objetivo específico de asaltar la Bastilla era apoderarse de la pólvora. El asalto de la Bastilla, sin embargo, ha llegado a representar la revuelta contra la monarquía francesa. El asalto de la Bastilla es considerado como el comienzo de la Revolución Francesa.
La tensión entre los ciudadanos de Francia y sus gobernantes había estado creciendo durante muchos años. La monarquía agotó las finanzas del país, construyendo casas elaboradas y organizando fiestas lujosas, mientras que los ciudadanos comunes lucharon por sobrevivir. Después de que empezaron a correr rumores de que el rey Luis XVI estaba planeando derrocar las reformas gubernamentales que se estaban llevando a cabo, un grupo de ciudadanos comunes se unieron para prepararse para enfrentarse al ejército del rey.
El grupo enfrentó un dilema temprano porque tenían armas pero no municiones. La Bastilla, una prisión que se convirtió en un símbolo del poder tiránico de la monarquía francesa, albergaba un suministro saludable de pólvora. La multitud decidió atacar la Bastilla y adelantar a los guardias. El esfuerzo fue exitoso e incitó un disturbio muy grande en el que el suministro de pólvora de la Bastilla fue pirateado y el grupo ganó muchas más armas. Varios prisioneros también fueron liberados.
Con la pólvora y el arsenal de armas recién adquiridos, además de la adición de muchos más partidarios que se unieron a los disturbios, la multitud se hizo lo suficientemente poderosa para enfrentarse a la monarquía, y comenzó la Revolución Francesa.