Las bacterias no producen antibióticos; los antibióticos provienen de un compuesto que se encuentra en los hongos u otro microorganismo. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, algunos antibióticos se producen sintéticamente y no provienen de microorganismos. Los antibióticos se utilizan para matar las bacterias, es decir, aquellas que son dañinas y causan enfermedades.
Algunas bacterias son "buenas", lo que significa que no son dañinas. Las bacterias pueden desarrollar resistencia a los antibióticos mediante la mutación, de modo que el antibiótico ya no puede atacarlos. La resistencia a los antibióticos por parte de las bacterias es una preocupación importante para la salud mundial, en parte porque las bacterias resistentes se pueden propagar fácilmente de persona a persona.