Las personas que duermen con los ojos abiertos sufren de una afección médica llamada lagoftalmía nocturna. Esta afección es un tipo de parálisis facial causada por un traumatismo corporal, un derrame cerebral, una cirugía o la parálisis de Bell. El lagoftalmos nocturno es un mal funcionamiento del músculo orbicular del párpado. La condición puede ser temporal o permanente, según el optometrista Dr. Troy L. Bedinghaus.
El lagoftalmos nocturno hace que los ojos de las personas afectadas se sequen significativamente. Debido a que las personas que tienen esta afección no cierran completamente los ojos cuando duermen, sus ojos no reciben la lubricación de las lágrimas que necesitan para mantenerlos adecuadamente hidratados. Con el tiempo, esta exposición al ambiente exterior puede inflamar sus ojos y hacer que sus córneas y conjuntivas desarrollen manchas secas, cicatrices y úlceras si no se tratan, según Bedinghaus.
Las personas que sufren de lagoftalmos nocturnos pueden despertarse con dolor ocular, visión borrosa, enrojecimiento o la sensación de una sensación corporal extraña en el ojo. También pueden sufrir de sensibilidad a la luz. Por lo tanto, el tratamiento para esta afección puede incluir el uso de una cinta hipoalergénica de grado médico para mantener los ojos cerrados mientras el paciente duerme. Otros tratamientos incluyen máscaras para los ojos o pesos dorados aplicados al exterior del párpado o incluso implantados quirúrgicamente en el interior del párpado del paciente, según Bedinghaus.