El plan Schlieffen fracasó porque los alemanes subestimaron a Rusia y el plan dependía de un rápido despliegue, que fue resistido por Bélgica. Este plan fue diseñado por el Conde General Alfred von Schlieffen en diciembre de 1905, con el objetivo De derrotar a Francia y Rusia. La ejecución de este plan obligó a Gran Bretaña a declarar la guerra a Alemania en 1914.
En 1914, los alemanes creían en una posible guerra con Rusia. Si la guerra ocurriera, Francia vendría a apoyar a Rusia porque eran aliados. Esto implicaba que Alemania enfrentaría ataques a ambos lados de sus fronteras. Para evitar que ocurra tal situación, Alemania tuvo que crear un plan. El plan era derrotar a Francia rápidamente, luego atacar a Rusia, porque sabían que Rusia tardaría mucho tiempo en movilizar tropas.
Según el Plan Schlieffen, el alemán tenía 6 semanas para asegurar la victoria contra Francia antes de luchar contra Rusia. El 2 de agosto de 1914, Alemania atacó a Bélgica. Sin embargo, las fuerzas belgas, asistidas por la fuerza expedicionaria británica, pudieron contener a Alemania. Las tropas rusas se movilizaron en 10 días, lo que obligó a Alemania a retirar sus tropas y concentrarse en la frontera oriental. El 5 de septiembre de 1914, Francia detuvo el avance de Alemania, lo que llevó al fracaso del plan.