La jirafa, o giraffa camelopardalis, está en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat, la ruptura de áreas de hábitat, la falta de idoneidad en hábitats existentes, la caza furtiva y el crecimiento de nuevas poblaciones humanas. Las jirafas necesitan encontrar Los hábitats que los protegen de los cazadores furtivos, ofrecen alimentos sólidos y recursos fluidos, no tienen una gran cantidad de depredadores y proporcionan un entorno estable en general.
La Fundación para la Conservación de la Jirafa está trabajando para proporcionar a las jirafas nuevos espacios seguros. Hay nueve subespecies de jirafas y todas están en peligro de extinción; sin embargo, la jirafa del oeste de África tiene la menor cantidad de números según el GCF. En 2014, la jirafa de África occidental tenía menos de 300 miembros en el mundo.
La jirafa es un mamífero interesante con patas largas y cuello largo. Sus piernas largas son más altas que la mayoría de los seres humanos a 6 pies y estas piernas pueden hacer que una jirafa alcance hasta 35 millas por hora. Usan sus largos cuellos para llegar a la comida desde lo alto de los árboles. Las jirafas viven aproximadamente 25 años en la naturaleza.
Las jirafas también son únicas en sus abrigos y en sus manchas. Cada jirafa individual tiene su propio patrón de manchas y color. Esto proporciona a los investigadores una forma de identificar jirafas individuales cuando observan grupos grandes en la naturaleza.