Los lobos rojos se llaman así debido al tinte rojizo de sus abrigos. Más pequeños que el lobo gris, crecen hasta 5.5 pies de largo, 26 pulgadas de alto en el hombro y hasta 80 libras en peso. Viven hasta siete años en libertad.
Estas criaturas son principalmente activas durante la noche. No son tan sociales como el lobo gris, a menudo cazando solos, pero sí forman pequeños paquetes jerárquicos que a menudo están conectados por sangre. Los miembros de la manada ayudan en la crianza de cachorros, y los compañeros tienden a unirse para toda la vida.
Los lobos rojos también buscan alimentos más pequeños que sus primos lobos grises. Su menú consta de material vegetal, como bayas, y material animal, incluidos insectos, conejos, rata almizclera y ciervo pequeño.
El lobo rojo vivió una vez en una gran extensión del sudeste, desde Pennsylvania hasta Florida y desde el sur de Missouri hasta Texas. A partir de 2015, viven en áreas protegidas de Carolina del Norte. El gobierno de los Estados Unidos declaró la especie extinta en su hábitat natural en 1980, momento en el cual solo había unos pocos lobos individuales viviendo en cautiverio. Gracias a los esfuerzos de conservación y la cría en cautividad, los lobos rojos están regresando lentamente.