El hábitat natural de las jirafas es la sabana tropical africana, un ecosistema cubierto de hierba con árboles y arbustos muy extendidos. La apertura permite a las jirafas maniobrar sus altos marcos alrededor de la vegetación fácilmente. Las jirafas requieren muy poca agua, pero viajan continuamente por la sabana en busca de alimento.
Las jirafas consumen cientos de toneladas de alimentos por semana de los árboles de acacia de superficie plana que son típicos en su hábitat. La altura de las jirafas y las lenguas de 21 pulgadas les permiten alcanzar las copas de estos árboles, donde crecen la mayoría de las hojas y brotes. Su altura también les permite detectar depredadores, como los leones, a través de las áreas abiertas de la sabana. La mayor amenaza para la jirafa es el hombre, que continúa invadiendo el hábitat natural construyendo carreteras y despejando la tierra.