El orix árabe está en peligro debido a la destrucción del hábitat y la caza de su carne, su piel y sus trofeos. En 1972, la especie fue declarada extinta en la naturaleza y sobrevivió solo en cautiverio. A partir de 1982, los programas de cría en cautividad en los Estados Unidos y en otros lugares permitieron que se reintrodujeran en la naturaleza, primero en Omán, luego en Jordania y finalmente en Arabia Saudita.
El hábitat natural del orix árabe se encuentra en desiertos, llanuras áridas, laderas rocosas y matorrales gruesos. Consumen hierba y arbustos y, cuando el agua libre escasea, pueden obtener la humedad suficiente de los melones y los bulbos suculentos durante largos períodos de tiempo. También pueden detectar la lluvia desde una gran distancia y moverse hacia esa área para la vegetación fresca que surge. Son animales relativamente grandes, que miden hasta 8 pies de largo, 4 1/2 pies de altura en el hombro y casi 500 libras de peso. Tienen cuernos largos y relativamente rectos que se inclinan hacia atrás desde sus cabezas.
Los orix árabes son animales de rebaño, que suelen vivir en grupos de menos de 10 animales, pero que llegan hasta 100. Ocupan rangos muy grandes, lo que es necesario debido a la escasez de alimentos y agua en sus hábitats. Cavan depresiones junto a arbustos sombreados o árboles para descansar.